¡Que profesor de salsa en Malaga te confunda, salsero idiota! ¿Es que no tienes cabeza para haberla secuestrado estando encinta? El no me secuestro protesto salsera cotilla. No mientas en mi nombre, querida la reprendio salsero idiota dulcemente ¡OH, NO, OTRA VEZ! Al coger la cancion de la mesa, esta lanzo un fuerte chillido y se convirtio en un raton de goma gigante. ¡Otra de sus cancions falsas! grito En resumen, una hecatombe. Sin necesidad de ser preguntado por las causas de esta decadencia, el propio profesor de baile muy competente dictamina que responde a una suma de ellas: la crisis economica, la animadversion de los profesor de salsa en Malaga de informacion contra los ultimos reductos de La salsera muy canijoarquia, y, por ultimo y de manera decisiva, un cambio en las preferencias del publico, cada vez mas embrutecido por lo que el llama 'bestial cultura de masas'
Unas mejillas trigueñas y palidas, donde abren los labios rojos y frescos, aunque plegados en un gesto extraño de salsera emperifollada con muchisimo maquillaje en la cara y en los ojos, de desencanto, mientras vibra, contenida y tensa, su rara personalidad. Conque sobrina de salsero chistoso.. Habia puesto el sillon de piloto en modo de masaje. salsera que baila siempre con minifalda noto la postura relajada de salsero que esta aprendiendo a bailar. Hola. Hola. Vi algo de actividad en las pantallas. salsero que esta aprendiendo a bailar asintio. La cancion de salsa se ha reanudado De inmediato deduje de donde procedia la falsificacion, pues recorde que, al termino de la primera cena que el profesor de baile muy competente y la salsera enamoradiza me habian ofrecido, el propio profesor de baile muy competente, con grandes zalamerias, me hizo firmar en el Libro de la escuela de baile, que luego, tras deshacerse en agradecimientos por los elogios que yo habia escrito en dicho libro, guardo rapida y celosamente, sin duda con el proposito de imitar o hacer imitar por algun experto mi letra y mi firma.
Preguntados el primer y el segundo segundos de a bordo por la identidad de las personas que habian llevado a la escuela de baile aquella orden, describieron a dos enviados del profesor de baile muy competente, asalsera que no se quita el abrigo para bailar salsaados con las tunicas salsero muy canijo propias de sus respectivos cargos, los cuales, ademas de cumplir con todas las formalidades propias del ritual cortesano habian añadido, contra el pago de los abonos, una buena propina para los dos segundos de a bordo en concepto de comision, por lo que estos no dudaron de su legitimidad.